El segundo tema se centra en las técnicas y estrategias de estudio, aquellas herramientas que hacen posible que la información no solo se almacene temporalmente, sino que se comprenda y se retenga a largo plazo. La lectura activa, los mapas conceptuales, las fichas de repaso y la práctica recuperativa son ejemplos de estrategias comprobadas científicamente que aumentan la eficacia del aprendizaje. Durante la presentación exploraremos cómo evitar errores frecuentes, como subrayar en exceso o repetir la lectura sin interacción, y cómo reemplazarlos por métodos más activos y significativos. El objetivo es que cada estudiante aprenda a identificar cuáles técnicas se ajustan mejor a su estilo y necesidades, pues no existe un único camino, sino un abanico de posibilidades que se adaptan a distintos contextos. Al dominar estrategias variadas, los estudiantes se convierten en aprendices versátiles capaces de enfrentar exámenes, proyectos y lecturas complejas con confianza y seguridad.
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