Título: Una voz que interpela: el narrador en segunda persona
El narrador en segunda persona es menos frecuente, pero muy poderoso. Se dirige directamente al lector o al propio personaje utilizando el pronombre “tú”. Este tipo de narrador crea un tono introspectivo o participativo, generando la sensación de que el lector forma parte de la historia.
A veces el narrador parece hablar consigo mismo, otras veces parece hablarle a otro personaje o incluso al lector.
Ejemplo:
“Tú entras en la habitación sin saber lo que te espera. Sientes el frío del metal en tu mano y te preguntas si tomaste la decisión correcta.”
Este recurso hace que el lector se sienta inmerso en la trama o que el personaje reflexione de manera profunda sobre sus actos.
Usos literarios:
Se utiliza en obras experimentales o psicológicas. Un ejemplo clásico es Si una noche de invierno un viajero de Italo Calvino, donde el lector se convierte en protagonista.
Efecto principal:
La segunda persona genera proximidad, tensión y reflexión, involucrando emocionalmente al lector o revelando la lucha interna del narrador.
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