La lectura crítica es un componente central en la formación de ciudadanos capaces de analizar y evaluar información de manera rigurosa. Pilay y Frutos Garcés (2024) afirman que el pensamiento crítico se fortalece mediante la lectura reflexiva, donde el lector cuestiona, compara y analiza los textos en relación con sus propios conocimientos y experiencias.
En el ámbito educativo, la lectura crítica permite identificar falacias, discernir entre hechos y opiniones, y evaluar la validez de los argumentos presentados. Por ejemplo, al leer un artículo científico, un estudiante puede detectar posibles sesgos en la metodología, inconsistencias en la interpretación de los datos o limitaciones en el alcance de los resultados.
El desarrollo de estas habilidades es fundamental no solo para el aprendizaje académico, sino también para la vida cotidiana, donde la información es abundante y a veces contradictoria. La lectura crítica permite tomar decisiones informadas, participar activamente en debates y contribuir al análisis de problemas sociales, económicos o políticos.
Referencia APA:
Pilay, P. F., & Frutos Garcés, A. I. (2024). La lectura crítica: Un enfoque para cultivar habilidades de pensamiento crítico. Ciencia y Educación, 6(1), 6–17. https://doi.org/10.5281/zenodo.14579615
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