En el tiempo de Acción de Gracias, hacemos una pausa para valorar lo que tenemos y lo que nos ha acompañado durante el año. Entre tantas cosas por las que podemos sentir gratitud, la lectura ocupa un lugar especial.
Los libros nos abren puertas a otros mundos, nos consuelan cuando lo necesitamos y nos enseñan a mirar la vida desde distintas perspectivas. Agradecer por la lectura es también agradecer por el conocimiento, la imaginación y la sensibilidad que ella despierta.
“A veces, los libros no cambian el mundo, pero sí cambian a quien los lee. Y eso ya es suficiente motivo para dar las gracias.”
Leer es un acto silencioso de gratitud: agradecemos cada historia que nos enseña, cada palabra que nos conmueve y cada página que nos invita a seguir descubriendo.
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